La Procesionaria del pino es una vecina molesta que aparece en el inicio de la primavera por todos los lugres en los que existan coníferas y son especialmente peligrosas en parques y jardines tanto para mascotas como para niños.
Cuidado con unas pequeñas amigas que están empezando a aparecer en parques y jardines de nuestras ciudades así como en zonas de pinares del ámbito rural.
Seguro que muchos de los que tenéis mascotas alguna vez las habéis visto, se trata de las orugas de Procesionaria del Pino (Thaumetopoea pityocampa). Estos «simpáticos» inquilinos de nuestros árboles en su fase larvaria están recubiertos de una gran cantidad de pelos urticantes que pueden ocasionar daños tanto en seres humanos como en nuestros animales domésticos.
La peculiar forma de desplazarse de la Pocesionaria cuando están en el suelo, en largas hileras de multitud de individuos, desatan la curiosidad de nuestras mascotas, sobre todo en perros jóvenes, provocando que quieran jugar con ellas.
El mayor problema que puede provocar la procesionaria es que al jugar con sus patas y sobre todo con su lengua, desencadenan que estos pelos se claven provocando efectos efectos urticantes y de necrosis (sobre todo en la boca) muy importante.
Los principales signos que veremos tras haber jugado con la procesionaria serán una gran salivación, lamido constante de las zonas afectadas e inflamación regional.
¿Cómo debes actuar ante la sospecha de la Procesionaria?
Hay que tener en cuenta que si los signos son observados, incluso en casa después de volver del parque, o si se ha visto a nuestra mascota jugando con las larvas, hemos de acudir inmediatamente al veterinario ya que consideramos que el tratamiento se debe de hacer de forma urgente. Una vez en la consulta se procederá a inactivar las espículas, aplicar antiinflamatorios, complejos vitamínicos y antibióticos.
Si no se tratase con suficiente celeridad las consecuencias de la procesionaria pueden ser muy graves, desde la producción de un shock y la muerte hasta la aparición de lesiones irreversibles como la pérdida de parte o la totalidad de la lengua.
Por lo tanto esta primavera tenemos que prestar mucha atención a los paseos por el parque o el campo y observar muy bien a nuestras mascotas ya que así podemos prevenir la aparición de sorpresas desagradables por la porcesionaria que pongan en peligro la vida de nuestras mascotas.
Imagen obtenida de Wikimedia Commons, con licencia CC 2.0.
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