La enfermedad renal es una patología muy común en los gatos. Entre el 1% y 3% de todos los gatos la pueden padecer a lo largo de su vida. Sin embargo este porcentaje aumenta hasta el 35% en animales geriátricos, es, por tanto, una enfermedad que afecta a los gatos de más de 10 años fundamentalmente.
Es una patología que puede considerarse irreversible, crónica y progresiva en algunos casos. He de remarcar que la mortalidad de esta patología es elevada, por lo que hemos de acudir al veterinario tan pronto como sea posible.
¿Cómo se origina la enfermedad renal?
El origen de la enfermedad en ocasiones no es conocido y en otras se puede relacionar con problemas degenerativos en el riñón, quistes, infecciones, tóxicos o cáncer. La enfermedad se va desarrollando a menudo lentamente a medida que se va instaurando el daño en el riñón.
Las causas de la enfermedad renal son muy variadas, pueden ser congénitas o degenerativas
El problema renal se puede presentar de forma compensada y controlada o descompensada. En la primera se puede establecer un método de clasificación en función de la gravedad. La segunda, en cambio, es extremadamente grave en cualquier circunstancia y requiere ser atendida de urgencia.
Ambas formas necesitan atención veterinaria y la máxima implicación de vosotros, la familia.
Lo que vas a ver en casa puede ser:
- Descenso del apetito.
- Descenso de la actividad física.
- Pérdida de peso y pelo sucio.
- Vómitos.
- Mucha sed y aumento de la cantidad de orina (Polidipsia y Poliuria). En algunos casos no orinarán.
- Puede estar deshidratado: lo notas si tomas un pellizco en la piel de su lomo y tarda tiempo en desaparecer el pliegue formado.
Cuando lo lleves al veterinario, rápidamente se realizará un análisis de su sangre para determinar los niveles de
Creatinina (un compuesto orgánico del metabolismo que se elimina por los riñones), su
nivel de hidratación, su
presión arterial, análisis de orina… En la mayoría de los casos en lo que se detecte la enfermedad habrá que dejar al
gato hospitalizado para tratarlo de estabilizar, intentar de eliminar la causa de daño renal y reponer la función de los riñones.
¿Y después del diagnóstico de enfermedad renal, qué?
Después de haberse detectado la enfermedad renal en tu gato, es importante que te impliques en en su tratamiento y que entiendas que la patología es crónica y que muy difícilmente se restaure la función del riñón anterior.
El soporte de dieta que paute el veterinario es fundamental, es decir, la comida forma parte del tratamiento y es tan importante como la medicación - Twittealo! . Por ello no debes de escatimar en ella, o dejar de seguir la pauta antes que se te indique. De ello puede depender que tu gato se recupere y pueda tener calidad de vida.
Para asegurarnos que todo va bien necesitarás acudir a la consulta a revisar la evolución del paciente. Medir regularmente su presión, su nivel de creatinina, su orina, etc. nos va a ayudar a ver la progresión de la enfermedad.
Del mismo modo, si observas cualquier cambio con reaparición de síntomas en casa, debes comunicarlo al veterinario y hacer un chequeo lo antes posible.
La calidad de vida de tu mascota va a ser de aceptable a buena en función del caso y si te implicas seriamente será aún mejor, posibilitando una vida plena durante bastante tiempo.
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