El proceso para llegar a que un perro y un gato puedan convivir en armonía puede ser largo y difícil. Sin embargo, no es imposible y en este post te enseño 4 sencillos pasos para en vuestro hogar siempre reine la paz
En este post te cuento:
¿Como lo llevan los gatos?
La verdad es que muchos gatos pueden sentirse abrumados por la presencia de perros, aunque en muchas de las ocasiones es porque no conocen al animal que tienen delante y eso puede hacer que su estrés se dispare hasta unos niveles bastante altos.
Esto no quiere decir que el gato tema siempre al perro ya que hay gatos que pueden reaccionar de este mismo modo delante de otros gatos que puedan entender como una amenaza para su integridad, su territorio o los recursos que en él existen.
Como ya te he comentado, los gatos son animales a los que les gusta tener bajo control su hábitat - Twittealo! y eso les lleva a tolerar mal visitas inesperadas.
¿Cómo reaccionan los perros?
En el caso de los perros, bien sea por su carácter o por que pueden sentir superioridad ante el gato, la reacción es normalmente menos escandalosa y no suelen observarse reacciones exageradas ni problemas de comportamiento serio.
Sin embargo también hay que tenerlos en cuenta a la hora de establecer una relación entre ambos
Consejos para hacer convivir a mi perro con mi gato:
Lo primero que tienes que saber es que no debes someter a tu gato a visitas de corta duración si no tienen afinidad con el animal que viene a visitarnos, ya te comenté esto en este post sobre las cosas que nunca debes de hacerle a tu gato. Tienes que saber que el proceso de adaptación entre dos animales que comienzan a vivir juntos puede ser muy largo, llegando incluso a durar meses - Twittealo! . Por ello no te desesperes, el proceso puede ser largo y los pasos que debes dar deben ser siempre seguros.
La socialización se dará siempre mucho mejor entre individuos más jóvenes - Twittealo! ya que no pesará sobre todo este proceso las experiencias previas que hayan tenido. También influyen otros aspectos como las razas y el carácter de cada uno de los animales, por lo que es algo que tendremos que observar poco a poco.
1.- Mantén las distancias
Antes de presentarlos tienes que dejar que se vayan acostumbrando a los olores del otro - Twittealo! . Para ello debería de haber una separación física entre ellos. Lo «facil» es encerrar al gato en una habitación, sin embargo, el animal que debe ocupar ese lugar es el que esté entrando después en casa. Es decir, deja al nuevo inquilino en una zona más restringida, esto hará que se vaya acostumbrando a la nueva familia; favorecerá el contacto posterior con el animal más veterano en la casa.
Este proceso puede durar una de 5 a 7 días . Durante todo este período puedes ayudarte de feromonas sintéticas tanto caninas como felinas para facilitar el proceso y reducir las dosis de estrés.
2.- Controla el primer contacto, la base para convivir
Nadie puede saber cómo van a reaccionar. Por ello te recomiendo que mantengas al perro bien sujeto con su correa y permitas que sea el gato quien vaya teniendo la iniciativa. No sujetes al gato fuertemente entre tus brazos para acercarlo al perro, puedes transmitirle estrés y además si intenta escapar podría lastimarte o incluso lastimarse él.
No debes permitir que haya mucha excitación, sobre todo en el perro ya que puede hacer que el gatito se asuste de él, por ello deberás mantener un ambiente relajado y calmado en todo momento.
Tras este primer contacto, será recomendable que vuelvas a separarlos. Este será un ejercicio que deberás de ir repitiendo en varias veces al día durante varios días, de esta forma irás permitiendo que se vayan conociendo poco a poco y evitarás que sientan la imposición de estar juntos.
Permite que tu gato que siempre tenga una vía de escape disponible - Twittealo! , así evitarás que se sienta encerrado y forzado a estar con el perro en todo momento, reduciendo el estrés.
3.- Haz que todo el entorno sea adecuado: comedero, arenero y refugio.
No temas usar las feromonas que calmen a los dos animales en el ambiente, esto permitirá que se sientan menos inseguros.
Utiliza areneros cubiertos para tu gato - Twittealo! (quítales la puerta oscilante para ayudarle a que lo use) Así se encontrará más protegido y evitará que el perro pueda sorprenderlo en un momento tan delicado como es estar en el baño.
Evita que el perro entre en competencia por el alimento con el gato. - Twittealo! Sube a una cierta altura el comedero del felino y evitarás que el perro pueda trepar y comerse su comida .
Asegúrate que siempre haya un lugar que tu gato pueda encontrar seguro como un árbol rascador - Twittealo! o una cama cubierta para que pueda resguardarse si se siente incómodo.
4.- Controla siempre al perro
Si debes mantener la disciplina, deberías intentar que fuese el perro al que reprendes si hace algo mal. Recuerda que regañar a tu gato puede hacer que su estrés aumente y que comience a tenerte miedo.
Evita ruidos fuertes y regañarle con voz alta. Así ayudarás a controlar la calma.
Piensa que si estás presentando un gato adulto o incluso un gatito a un cachorro canino puede ocurrir que la naturaleza juguetona (y algo más torpe del perro) le lleve a estar más ansioso por explorar al gato o querer jugar con él por lo que podría llevar a que el gato se asuste - Twittealo! . Tenlo siempre en cuenta.
5.- Ejemplos prácticos
Espero que tengas suerte y que puedas llegar a que tus pequeños tengan una convivencia perfecta, sin embargo este proceso es muy lento y puede llegar a ser frustrante. Deberías ser muy persistente y no cejar en tu empeño de que se lleven bien. Sin embargo, el simple hecho de llegar a que se toleren o incluso se ignoren (aunque esto no suponga que tengan una relación muy estrecha) es un éxito, al fin y al cabo nadie puede obligarlos a ser amigos si no quieren serlo.
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