En muchas ocasiones traen a consulta un animal con mal carácter, que realmente tiene ansiedad por separación. ¿Sabes de qué se trata? Te lo explico en este post
Como veterinario, a veces me tengo que enfrentar a problemas complejos en la conducta de nuestras mascotas. Éste es el momento de sacar nuestras armas de «psicología» para combatirlos.
La ciencia que estudia el comportamiento de los animales es la etología y gracias a ella podremos afrontar el problema del que os hablo hoy.
En este post te cuento:
¿Qué es la ansiedad por separación?
Es un problema que afecta sobre todo a los perros y que aparece cuando éste se queda solo o se siente poco atendido por los propietarios.
¿Qué ocurre cuando tu mascota padece ansiedad por separación?
En los animales que lo padecen, aparecen signos de muchos tipos desde la micción y defecación en el domicilio o en lugares inusuales hasta vocalizaciones (ladridos y llantos), automutilaciones y destrozos en el mobiliario.
Muchas veces estos signos han venido precedidos, en presencia del propietario, de ansiedad, nerviosismo o miedo.
Cuando el propietario vuelve a casa, la macota muestra un carácter de hiperexcitabilidad y un mayor apego a ellos.
¿Cómo abordar el problema?
Toda la sintomatología de la ansiedad por separación es involuntaria y fruto de la desesperación - Twittealo! de la mascota al encontrarse sola.
- El primer paso hacia la resolución pasa por la consulta del veterinario donde se darán unas pautas de etología y comportamiento canino.
- En una segunda etapa se podrán plantear tratamientos médicos junto con terapias de educadores caninos, que modifiquen la conducta poco a poco de la mascota y le permitan evitar el padecimiento del estrés provocado por la lejanía del propietario.
En ningún caso ha de reprender al animal ya que cuando se llega al domicilio, en muchas ocasiones, han pasado horas desde que se produjera la conducta y ya no existe conexión mental en el paciente que le permita aprender de las consecuencias de sus acciones.
El problema de la ansiedad por separación, lamentablemente, es más común de lo que se piensa ya que la manifestación de vocalizaciones pocas veces es observada por el propietario. Puede, además, ser un problema en la convivencia tanto de la mascota en su domicilio como en su relación con el entorno de su casa.
